Cartas de Cuba

Desde Cuba nos ha llegado esta carta. Por razones de seguridad, la misma aparece sin firma, pero DeCub se responsabiliza con su autenticidad.

Lamentablemente, la situación no está nada buena. En las calles hay inseguridad, nunca al extremo de otros países, pero sí existe una violencia a la que no estamos acostumbrados. La sensación es de soledad, miro a mi alrededor y cada vez son más las personas que abandonan Cuba por diferentes vías.
El curso escolar pasado, del preuniversitario de mi hija, 40 estudiantes se fueron del país. Eso es aún más triste porque los jóvenes que son el futuro dejan desprotegido a una nación que los necesita.
En el último mensaje le contaba de la tristeza del pueblo cubano durante los últimos días del año 2022 ante tantas familias separadas. Los primeros días de este 2023 no fueron diferentes y el 6 de enero amanecimos con la noticia de que el presidente de los Estados Unidos cerró las fronteras y prohibió la entrada de los cubanos cruzando las fronteras desde Nicaragua hasta México. Una nueva ley se ejecutaba y consiste en darle la posibilidad a los cubanos de que puedan ser reclamados por sus familiares o amigos residentes en Estados Unidos siempre que tengan una cuenta bancaria capaz de patrocinar a las personas que reclamen. Esto ha constituido un rayo de esperanza para miles y miles de cubanos que desean emigrar a los Estados Unidos. En las calles reina la tranquilidad aparentemente, porque en las instituciones encargadas de realizar trámites legales las filas son enormes. Los sellos para certificar esos documentos se agotaron en las oficinas de correos, en fin, las oficinas de emigración cerraron hasta el mes de febrero porque ya tienen demasiadas personas para el mes de enero. Las personas no piensan en otras cosas que no sea emigrar hacia los Estados Unidos y le digo Estados Unidos porque es el país donde más familiares tenemos los cubanos, porque en realidad, con tal de salir de Cuba, los cubanos están dispuestos a emigrar a cualquier lugar.
Ahora toca realizar un análisis de esta situación. Ayer le comentaba a un amigo que yo he vivido tres procesos migratorios importantes desde que tengo uso de la razón. El primero fue en el año 80 cuando el Mariel, fue un proceso masivo y triste no solo por la separación familiar sino por la fuerte represión desatada contra aquel que pretendía salir del país. Esta represión fue una estrategia elaborada por Fidel Castro para levantar el prestigio de del gobierno ante la salida de miles de personas hacia los Estados Unidos, fue una estrategia donde Fidel fue capaz de enfrentar al pueblo cubano entre sí y lógicamente creó una grieta que poco a poco iría creciendo y deteriorando al proceso revolucionario cubano. La doble moral se apoderaba cada vez más del pueblo en una parte para poder ocupar una posición ventajosa y en otra parte por temor a la fuerte represión. El arte cubano de la década de los 80 comenzó a denunciar la corrupción de los funcionarios, la doble moral, la represión y otros males. Fueron el teatro y el cine abanderados de estas denuncias y también víctimas de la persecución y represión. Varios directores de cine fueron prácticamente “crucificados” por su obra y en el mejor de los casos los guiones cinematográficos o textos de teatro no pudieron salir a la luz.

Ya durante la década del 90 y la desaparición del campo socialista y el recrudecimiento de los dos bloqueos (el impuesto por los Estados Unidos y el impuesto por el propio gobierno cubano) se agudiza la situación económica en Cuba. existe en ese entonces un aumento de las salidas ilegales de la Isla fundamentalmente por mar y en el año 94 se produce la crisis de los balseros. Este fue un momento crucial para todos los cubanos y fundamentalmente para los jóvenes de mi generación que ya teniendo cierto conocimiento, era la segunda ocasión que veíamos a nuestras familias y amigos separarse impulsados a lanzarse al mar con toda la valentía del mundo, pero con un futuro incierto, pues no se sabía si podían llegar a la tierra prometida. Estos acontecimientos y la negación del gobierno de hacer transformaciones que pusieran en práctica la inteligencia, el talento y la capacidad de los cubanos, fue la nota que le puso fin a la confianza que todavía algunas personas le tenían al socialismo en Cuba. la represión creció pero las manifestaciones de rebeldía del pueblo también. Esa grieta creada en la década de los 80 rompió e hizo aguas en un pueblo que no calló más su voz y aunque gritaba en silencio, ese grito era mayoritario.
A partir de ahí, no cesó la juventud de salir del país, claro no de manera masiva, pero emigrar ya se había convertido en una idea realizable para los cubanos. Este último proceso que estoy viviendo desde hace aproximadamente dos años, sí es un proceso masivo y desordenado. Las personas han vendido todos sus pertenencias, sus casas, autos, todo lo que tienen si es que tienen algo porque la mayoría del pueblo no tiene nada. Lo único que impulsa al pueblo cubano es la esperanza de salir del país en busca de un mejor futuro porque no se ven aquí un futuro alentador.

Al igual que en la Noche Buena, el 31 de diciembre fue una fecha prácticamente de luto para los cubanos. Al menos en mi barrio no hubo una sola casa con música ni vecinos en la calle. Aquí siempre acostumbramos a salir a la calle y saludar a los vecinos o compartir con ellos lo mismo un juego de dominó que los buenos deseos para el próximo año. Aquí en esta ocasión no sucedió nada de lo que comúnmente sucede. Ya no se trata del intenso frío que nos obligó a no salir de casa el 24 de diciembre sino la falta de estímulo y de esperanza en las personas. Como le decía muchas familias están divididas por la emigración y en algunos casos ya no queda nadie en casa pues todos emigraron.

Desde que tengo uso de razón no había experimentado tanta nostalgia en el pueblo de Cuba, lo peor es que para este 2023 el pueblo no tiene ilusión de ningún avance. El presidente cubano pronunció unas palabras de aliento por la TV donde invitaba a los cubanos a no emigrar y realizar sus sueños en Cuba. Parece que el presidente cubano no sabe que los cubanos emigran porque en Cuba perdieron la capacidad de soñar. Lo que le cuento es muy triste, pero es nuestra realidad en Cuba.

Unido a las condiciones climáticas, la violencia ha crecido fundamentalmente en las noches. Las calles de mi comunidad estaban totalmente bacías, y la tristeza estaba en cada una de nuestras casas. La familia dividida y la pobreza crece en este país que nunca pensé que lo vería en estas condiciones. Las críticas al gobierno aumentan cada día más y la escucho hasta por medios oficiales. El discurso triunfalista de los gobernantes es un fracaso porque ni los niños creen en él. Los funcionarios engordan cada día más y sus familiares no se esconden para mostrar los resultados de la corrupción.
El presidente ha reconocido ante una asamblea que es una farsa total, su fracaso ante una gestión gubernamental insuficiente. Siempre le he dicho que el bloqueo existe, ese famoso bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos y que sí afecta, pero nunca afectará como lo hace el bloqueo impuesto por un gobierno insuficiente que solo pone límites y no libertades. Repito que si el gobierno de los Estados Unidos elimina esa política antigua, el falso socialismo cubano desaparece de inmediato, porque en Cuba solo se sabe imponer restricciones de todo tipo, el NO está presente ante las iniciativas de un pueblo inteligente. Los gobernantes no confían en el pueblo y tampoco quieren perder sus riquezas.

La educación, de la que estábamos tan orgullosos ya no existe aunque tenemos maestros que insisten en transformar un sistema educativo en decadencia. La salud que era otra de nuestras glorias, ya no existe, para ser bien atendido hay que tener un buen amigo o mucho dinero para pagar o tener la suerte de que le atienda un médico con consciencia y lo trate como un ser humano.

Los jóvenes cubanos abandonan la Isla constantemente y Cuba se convierte en un país envejecido, no por baja natalidad sino por abandono de la juventud. Esta es una realidad muy triste que lamento y quisiera borrar de mis ojos y mi mente. Pido a Dios fuerzas para seguir adelante y que Cuba retome su rumbo hacia el futuro, un futuro donde las personas podamos vivir como seres humanos y NO dentro de un cuartel militar donde las órdenes se cumplen y no se discuten. Cuba no aguanta más ser un campamento militar.

Por estos días se celebra en la Habana la Feria Internacional del Libro, es un acontecimiento cultural que todos los habaneros esperamos con alegría pues constituye una oportunidad para comprar nuevos libros. Esta ocasión fue diferente, pues a la feria no asistió la cantidad de público que acostumbra a asistir. Entre las diferentes razones le puedo decir que están los altos precios, inalcanzables para los bolsillos de los cubanos honrados, trabajadores y es algo muy triste para un profesional encontrar un libro adecuado a su tema de trabajo y no poderlo comprar. Es mucho más grave no poder comprar libros a los niños pequeños, los precios de los libros infantiles están muy altos, cuestan más de $1500 pesos y alcanzan precios realmente bochornosos. Si los medios de difusión alemanes comentan sobre la Feria del Libro en La Habana, tiene que aclarar que fue un rotundo fracaso solo por el motivo de que los cubanos no pudimos comprar libros necesarios y esta feria se convirtió más en una oportunidad de enriquecimiento económico que de enriquecimiento cultural y espiritual como debe ser su objetivo. Otro problema para la feria es el transporte, en La Habana no tenemos transporte y el traslado de las personas hacia cualquier lugar se convierte en una tortura sobre todo en los horarios de mayor demanda como es el horario de llegar al trabajo y la salida del mismo y las escuelas.