Mis impresiones sobre el Congreso VA por Cuba

Cubanos residentes en Suiza, Suecia, Italia, Hungría, Alemania, España, Estados Unidos  y Cuba se dieron cita en Barcelona los días 2-5 de noviembre, para efectuar un Congreso denominado VA por Cuba. También acompañaron el evento ciudadanos Checos y Suizos, simpatizantes con la libertad de Cuba. Las tendencias políticas de los asistentes fueron socialdemócratas, conservadoras e incluso anarquistas. Sin embargo, tanto en las discusiones como en los acuerdos, la frase que oí en el Congreso, atribuida al Apóstol; “cada cual con su estandarte y todos tras la bandera de la patria” prevaleció entre los participantes del encuentro, centrado en los dos objetivos del Congreso; acelerar la caída del régimen y organizarnos   para afrontar el día después. Lo último para evitar que un vacío de poder conduzca al caos, donde medren fuerzas criminales o donde los pilares del régimen represivo queden impunes y sigan disfrutando de los bienes arrebatados a los cubanos. 

Todas las ponencias fueron serias y practicables. Una síntesis de las mismas pueden verse en las resoluciones del congreso. Personalmente, me impresionaron algunas de ellas por la posibilidad de su enlazamiento y de esta conjunción poder acercarnos a los objetivos del Congreso arriba señalados. 

El punto central de esta tarea conjunta fue un anteproyecto para el periodo de transición. Aquí se concibe:

_ La creación de un consejo legislativo constitucional, amparado por una ley orgánica transitoria para su funcionamiento. Dos miembros de cada una de las organizaciones disidentes, todos ellos residentes en Cuba, serían sus componentes.

_ Elegir un Consejo Ejecutivo de Transición

_ Establecer un Órgano Judicial, capaz de controlar al Consejo Ejecutivo

El carácter democrático de los órganos antes descritos, no se basa solamente en la división de poderes, sino que requiere la participación popular por medio de elecciones. Un proyecto que actualmente está funcionando, puede resolver esta demanda. Se trata de la ampliación de una red de difusores en cada barrio de Cuba. La misma utiliza una tecnología, que actualmente se emplea para difundir noticias e informaciones, vedadas por el régimen cubano a los ciudadanos. Este sistema permite difundir informaciones sin que pueda detectarse el origen de las mismas, lo cual protege al difusor de la represión gubernamental. La misma red puede ser utilizada para que el ciudadano opte por una iniciativa, apruebe o refute una determinada propuesta.

Otro proyecto, que puede contribuir a los objetivos del Congreso, consiste en la internet gratis. Cada nuevo gobierno norteamericano promete llevar la internet a Cuba sin intervención del gobierno cubano. Hasta el presente nada se ha materializado. Somos los cubanos los que tenemos que contribuir al desarrollo de este sistema tecnológicamente y encontrar el capital necesario para su realización. Lograr esta aspiración impediría al gobierno captar millones de dólares y permitiría al ciudadano conocer la opinión de otra prensa que no sea la oficial.

La creación de grupos de trabajo relacionados con las ponencias  fue un acuerdo del Congreso. Si el grupo de trabajo integra  estas ponencias y las hace llegar a buen final, ello transformaría nuestro activismo disidente en oposición. El mensaje de entonces sería; vamos por el poder democrático en Cuba.

Emilio Hernández