Mientras la democracia busca la igualdad en la libertad, el socialismo busca la igualdad en la restricción y la servidumbre, Alexis de Tocqueville.

El 30 de junio del 2022, Michel Torres, el moderador del programa ConFilo, participó en un panel de debate de la revista oficialista Temas con el título „Deliberar o participar? Sociedad civil en un socialismo democrático. En su intervención este explica sobre cómo funciona la “democracia” en Cuba y el “rol“ que cumple el gobernante Miguel Díaz-Canel. Este artículo contradice sus afirmaciones.

Sobre el rol de Diaz-Canel como gobernante:

Afirmación de Michel Torres: El pueblo cubano piensa que Diaz-Canel es el jefe. Diaz-Canel no es el jefe. Él no manda. Su jefe son 11 Millones de Cubanos porque él ha recibido el mandato de esos 11 millones de cubanos. Él es solo el mandatario. No es jefe de nadie.

El número oficialista de la población cubana ha sido siempre el de aproximadamente 11 millones de cubanos. Teniendo en cuenta que en el año 2022 cerca de 290 000 cubanos ingresaron solamente en los Estados Unidos, sumándole a estos los otros miles que con seguridad ingresaron en otros países, Diaz-Canel no tendría 11 millones de “jefes“ que le otorgaron el mandato, tendría muchos menos. De hecho, su elección fue aprobada por unanimidad por la Asamblea Popular del Poder Popular y no directamente por los votantes en Cuba.

Sobre cómo funciona la democracia en Cuba:

Afirmación de Michel Torres: Votar en Cuba es uno de los ejercicios “más democráticos a nivel mundial”. Eso solo se puede comparar con los cantones suizos, que son un paradigma del ejercicio de la democracia directa. La existencia de un único partido en la isla, no contradice el concepto de democracia. El partido único es un sujeto colectivo que tiene el espaldarazo de la Constitución, la voluntad soberana del pueblo hecha ley (…).

Al oficialismo cubano le encanta decir que en Cuba existe una democracia popular, una democracia directa. Sin embargo, en la práctica es el Partido Comunista de Cuba (PCC) quien controla todo el proceso electoral, desde las candidaturas, el órgano electoral hasta las elecciones. La pregunta que los ciudadanos más hacen durante los procesos electorales en Cuba, incluso en el momento de encontrarse frente a las urnas, es: ¿por quién hay que votar? El pueblo, mayormente, no conoce a los candidatos. Su participación es en gran medida obligatoria, ejerciendo los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) un papel importante en ello. Los CDR ejercen el estado de vigilancia y control a las familias cubanas. Se les infunde temor a los ciudadanos por las implicaciones que traería el no votar. El pueblo cubano no vota como ejercicio de su libertad de pensamiento, simplemente asiste y vota por el candidato selecto, el escogido por el PCC. “Esto no hay quien lo tumbe. Aquí se hace lo que ellos quieren“ se escucha en las calles de Cuba. Y tienen razón. En un sistema totalitario no hay más opciones que aquellas que los que gobiernan imponen. La Constitución cubana afirma en su artículo 1 que el estado cubano es democrático y que en Cuba existe un mecanismo de votación, pero estos son criterios escritos, criterios que no son suficientes para proclamar que se vive en „democracia”. Vivir en democracia, cómo se vive en cantones suizos, incluye la existencia de libertades del ciudadano, el respeto y garantías al ejercicio de las mismas. Requiere la celebración de elecciones libres y competitivas. Requiere LIBERTAD.

La continuidad del poder está asegurada de forma legal y a la fuerza. Nada más lejos de lo que se conoce como democracia. El mandato de Díaz-Canel le fue otorgado por el PCC. Es el PCC su único y original jefe, usando la mejor herramienta que tiene para mantenerse en el poder: la Asamblea Nacional del Poder Popular. Expongamos un ejemplo de como la voluntad del pueblo es palabra muerta en la vida cívica y política de los ciudadanos cubanos. Aquí se demuestra:

En su discurso en la clausura de la Sesión Constitutiva de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular el 19 de abril de 2018, “Año 60 de la Revolución”, Raúl Castro, entonces Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba comenta:
“pero su elección ahora no es casualidad, se previó, dentro de un conjunto, que el mejor, según nuestra modesta opinión y del Partido, ha sido el compañero Díaz-Canel (Aplausos), y que no dudamos que por las virtudes, por su experiencia y por la dedicación al trabajo que ha desarrollado, tendrá éxito absoluto en la tarea que le ha encomendado nuestro órgano supremo del poder del Estado (Aplausos).“

Incluso la elección de Diaz-Canel como presidente este año 2023, para cumplir su segundo periodo de presidencia y su futura elección de Primer Secretario del PCC, también fue “profetizado“ en ese discurso de Raúl Castro. Con esa idea y otras que garantizan el control del pueblo y las riquezas de Cuba, se realizaron los cambios a la Constitución cubana en el año siguiente del discurso, en el 2019, teniendo Raúl Castro la seguridad absoluta de que iban a ser aceptados por el pueblo:

“Sus dos mandatos debe cumplirlos, que los vamos a establecer en la Constitución, de cinco años cada uno. Cuando él cumpla sus dos mandatos, si trabaja bien, y así lo aprueban el Comité Central de nuestro Partido y el órgano supremo del poder del Estado, que es esta Asamblea de la que formamos parte, él debe mantenerse. Lo mismo que estamos haciendo ahora, él tiene que mantenerlo con su sustituto. Terminando sus 10 años de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, los tres que le quedan, hasta el Congreso, se queda como Primer Secretario para viabilizar el tránsito seguro y ahorrándonos aprendizajes del sustituto, hasta que se retire a atender a los nietos“.
„Adelanto que en la próxima Constitución, donde no hay cambio de nuestro objetivo estratégico, en el trabajo del Partido, se mantendrá y nuestro pueblo lo apoyará indudablemente, como ya hizo hace decenas de años, en 1976, con una enorme cantidad de votos, el 98%.»

En la práctica, el sistema político cubano está diseñando para que los mismos de siempre sigan aferrados al poder. Cuba y los cubanos no tienen opciones democráticas, aunque la dictadura cubana y sus lacayos digan lo contrario. En el artículo 5 de la Constitución se ha dispuesto que «El Partido Comunista de Cuba, único, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado».

Conclusiones: Mientras la democracia busca la igualdad en la libertad, el socialismo busca la igualdad en la restricción y la servidumbre, Alexis de Tocqueville.

Milay Companioni Tabares