?Economía en ascenso?

(publicado en el Cubajournal 2005)

Desde mediados del 2004 hasta principios del 2005 se dio lugar en Cuba una conmoción económica y mediática. Varias Resoluciones del Banco Central de Cuba hicieron estremecer las líneas de las agencias noticiosas  internacionales.

La primera Resolución fue emitida en Julio, la 65/2004 por la cual se prohíbe a las empresas cubanas realizar transacciones en dólares y se les obliga a cambiar sus existencias en esa moneda por pesos convertibles (CUC), moneda ésta con la cual continuarían sus transacciones. Por esta vía se limitaba la capacidad de gestión de determinadas empresas, pues las mismas para efectuar sus compras al exterior tienen ahora que solicitar permiso al Banco.

Meses después se emitió la Resolución No. 80/2004., la cual prohíbe a la población el empleo del dólar para el pago de sus compras y servicios al Estado y establece el empleo del (CUC) para estos fines. El cambio del dólar al CUC recibe una sanción del 10%. La medida, según el gobierno cubano se origina por las dificultades que enfrenta Cuba al pretender hacer uso de la moneda americana, por lo que la misma persigue subsanar los gastos y riesgos que asume el Gobierno al aceptar la referida moneda.

El antecedente que da origen a la medida lo constituye el hecho de que la Unión de Bancos Suizos (UBS) aceptó durante siete años billetes de Cuba  los cuales depositaba en varias cuentas a favor del Gobierno Cubano. Los cambios alcanzaron la cifra de 3900 millones de dólares. Estas transacciones se hacían como si Cuba cambiara billetes viejos por nuevos. La UBS envió informes falsos al Banco de la Reserva Federal de Nueva York, el cual impuso una multa de 100 millones de dólares al banco suizo, una vez detectada la operación. 

El gobierno  cubano afirma que la medida no tiene un fin recaudador. Sin embargo determinados indicios desmienten ésta afirmación:

–   Generalmente las disposiciones de reevaluación de una moneda en cualquier país se    anuncian la noche anterior a su ejecución. En Cuba fue un cambio anunciado. Esto permitió a muchos poseedores de pequeñas cantidades de dólares abrir cuentas bancarias, las cuales no serían castigadas con el 10%, si las mismas se abrían antes de determinada fecha. Ello dio lugar, según el Presidente del Banco Central, a que se abrieran diez veces más cuentas en este lapso de tiempo. Continuó diciendo que el número de personas cambiando dólares por pesos convertibles en las casas de cambio estatales (CADECAS) aumentó 30 veces. Aunque el Gobierno no ha ofrecido cifras, estos movimientos suponen un considerable volumen de dólares,  que en pocos días pudo ser concentrado en las arcas estatales. Esto sin que la sanción comience aún a tener efecto. A partir de la entrada en vigor de la misma se obtendrá, en cálculos conservadores, unos 40 millones de dólares anuales sin generar costo alguno, solamente por el envío de de las remesas desde los EEUU.

   – Las tarjetas de crédito, que en un principio se dijo, no serían gravadas, dado que las mismas no generan un movimiento en efectivo  y por lo tanto no representan costos ni riesgos, son afectadas actualmente con el referido %.

– Transcurridos sólo pocos meses, Cuba declara una reevaluación de un 8% del CUC frente al dólar, el cual venía cambiándose según la tasa declarada  uno a uno. La fundamentación estriba en el debilitamiento del dólar y a un   robustecimiento de la economía cubana observado en los últimos años. De acuerdo a ello el CUC se reajusta positivamente frente al dólar y por lo tanto también frente al resto de las divisas. Es decir, el dólar sufre una devaluación de un 18%, sumada la sanción anterior, y el resto de las monedas un 8%.   

   Independientemente que el gobierno cubano se ha visto fortalecido con el convenio petrolero suscrito con el gobierno de Venezuela, por el cual Cuba cubre más del 40% de sus necesidades petroleras a precios preferenciales y cómodo financiamiento, lo cual le representa un subsidio de unos 2000 millones de dólares anuales, así como un reciente crédito otorgado por el gobierno de china, ello no refleja una sustancial mejoría en la economía cubana. El Producto Interno Bruto (PIB) ha tenido un incremento promedio anual 1993-2003 del 3,3%. En el 2004 la CEPAL ha declarado un crecimiento del 3%. Estos crecimientos no logran situar al país en los niveles de 1989, año en que se inició su crisis económica. El sector turismo, el mayor recaudador de divisas, creció entre el 2000 y el 2004 sólo un 3%. La zafra azucarera, que acaba de concluir, produjo 1,3 millones de toneladas de azúcar, la más baja cifra desde 1908 y representa un 40% de lo alcanzado en la zafra anterior. En el 2002 fueron cerradas 71 de los 156 ingenios azucareros y con ello no se ha logrado mejorar la eficiencia. El sistema electro energético tiene una situación catastrófica y requiere miles de millones de dólares para su recuperación. Lo mismo podría decirse del sistema de transporte y suministro de agua.  

Todo lo anterior apunta a sustentar la tesis de que las medidas responden a la necesidad urgente de recaudación, con la cual enfrentar los problemas de financiamiento que confronta la Isla a causa de su continuado déficit comercial, dificultades para la obtención de crédito, debido fundamentalmente a su deuda de 11,000 millones de dólares con el Club de Paris y las compras en efectivo a los EEUU que hasta el presente arrojan un acumulado de 1000 millones de dólares.

En Marzo del 2005 se emite la Resolución No. 13 por la cual el peso oficial cubano se revalúa frente en un 7%. Es decir las CADECAS ofrecen 24 pesos por un CUC en lugar de 26.

Las consecuencias de todas estas medidas se revierten en que el Estado disponga en poco tiempo una considerable cantidad de divisas y ha incrementado la centralización y el control de la economía. A mediano plazo sin embargo las medidas pueden erosionar el turismo. Aunque los turistas procedentes de América Latina representaban en el 2003 sólo el 7% de total de los visitantes, el cambio del dólar en un 18% los hará pensar dos veces tomar a Cuba como opción turística. Los provenientes de EEUU no tendrán una gran afectación por cuanto las medidas del presidente Busch han reducido en un 60% el número de visitantes americanos y cubano-americanos. En cuanto al turismo procedente de Europa y Canadá, zonas de mayor afluencia, la tasa de cambio de un 8% con relación a sus divisas puede resultar desalentadora. Durante el 2005 las turoperadoras y las cadenas hoteleras de Cuba han asumido el impacto, al respetar las tarifas pactadas con anterioridad, pero esta situación deber repercutir en los precios y tarifas del próximo año. Por otro lado, los pagos en efectivo que realizan los turistas en la Isla actualmente, incluyendo los pagos con tarjetas de crédito se ven afectados por la nueva tasa de cambio. Pero el comportamiento del turismo no parece preocupar al Gobierno, pues recientemente suspendió los viajes de cruceros, que si bien no representaban un volumen de ingresos similar al de los visitantes convencionales, elevaban la cifra de visitantes en unos 30 000 por año. México, conocida la noticia, se dio a la tarea de conquistar este mercado liberado.

Afectados por las medidas son los cubanos que viven o trabajan en el extranjero, los cuales tendrán que incrementar el importe de las remesas, si quieren continuar manteniendo el nivel de lo enviado a sus familiares. Si partimos del supuesto de que no todos tendrán la capacidad de efectuar estos incrementos, entonces serán los receptores cubanos los que sufran las consecuencias. Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL),  el 62% de la población es beneficiaria de las remesas. A los posibles menguados ingresos se le suman los incrementos de precios en las tiendas de recuperación de divisas (TRD), las cuales han tenido un incremento entre un 10 y 30% en Marzo del 2004.

 El inversionista extranjero es otro de los perdedores en esta “lucha” entre el peso y las divisas, pues el retiro de sus ganancias se verá afectada  y disminuida su participación en la inversión. Esto debería  ser preocupante porque entre los finales del 2002 y el 2004 el número de empresas extranjeras disminuyó de 403 a 342. A ello se suma que la mayoría de ellas se han retirado con grandes cuentas por cobrar, lo cual no resulta estimulante para nuevos inversionistas y capital fresco es lo que más necesita el país y éste no puede ser sustituido por disposición alguna.

Emilio Hernández

Fuentes consultadas:

–         CEPAL 2004

–         La revaluación del peso cubano. Argumentos, realidades y consecuencias/ Mauricio de Miranda/ Cubaencuentro.com

–         Montecarlo en La Habana/ Tomás G. Muñoz/Cubaencuentro.com

–         El fin del dólar, causas y efectos/ Carmelo Mesa Lago/ webstc.com

–         Un milagro y varios escapes/ Dimas Castellanos/ Cubaencuentro. Com

–         El gobierno elimina el crucerismo/ Cubaencuentro.com

–         El remitente cubano: Algunas características particulares/ Joaquin Pérez Rodríguez/ Cuba in Transición ASCE 2003