¿Quo Vadis Cuba?

El 13 de Marzo de 1968 Fidel Castro puso en marcha una “ofensiva revolucionaria”, con la cual se confiscaron 57,280  pequeños negocios, [1] que aún existían. Con ello quedó prácticamente en manos del Estado toda la actividad económica urbana. Fue confiscado todo el comercio a la población y fueron suprimidas actividades como limpiabotas, vendedores ambulantes, etc. Después de aquello todo fue peor.

 La economía comenzó a recuperarse a mediados de los 70 con el ingreso de Cuba en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) y a partir de entonces se produjo un incremento sustancial de las subvenciones, principalmente de la Unión Soviética. Pero a partir de la desaparición del campo socialista, Cuba confrontó una crisis, la cual significó una caída del 35% del Producto Interno Bruto (PIB). La misma obligó al gobierno cubano a tomar una serie de medidas entre las cuales figuró, la legalización del trabajo por cuenta propia en 1993, con la cual se logró incrementar productos y servicios a la población y buena parte de los nuevos trabajadores independientes se liberaron de la esfera estatal. El número de trabajadores vinculados al autoempleo fue creciendo hasta alcanzar en el 2005 su cifra máxima de 170 mil. Pero el factor Hugo Chávez vino a suplir una parte considerable de las subvenciones brindadas por el campo socialista y el gobierno cubano inició una campaña contra la actividad privada, suspendiendo licencias otorgadas, congelando nuevas licencias, aplicando multas con la ayuda de un ejército de inspectores, etc. Ello hizo que a final del 2009 existieran registrados solamente 144 mil trabajadores por cuenta propia [2]_/

No obstante la economía cubana no ha logrado en la actualidad superar la crisis de los 90. Además de la constante ineficiencia del modo cubano de producción, determinados factores han contribuido a ello. Dos ciclones azotaron a la Isla en el 2008, causando serias pérdidas, el precio del níquel, el principal rubro de exportación,  ha caído y  el ingreso por el turismo disminuyó. Tampoco los intentos del general Raúl Castro por mejorar la producción agrícola han dado resultado. La agricultura, en el primer semestre de este año marca un descenso del 7,5 % con relación al mismo periodo del año anterior_[3]/.

El anuncio del general Raúl Castro de que en la esfera estatal sobran 1 millón 300 mil trabajadores, casi un tercio de la población laboral, fue el preámbulo para la disposición de una “reconversión laboral”, léase, desemplear a medio millón de trabajadores entre Octubre del presente año hasta el próximo Abril.

 Como paliativo  a este desempleo masivo se dispone la autorización de 178 actividades, que podrán ejercerse por cuenta propia. La mayoría de estas actividades ya estaban autorizadas y otras se practican actualmente sin autorización. Se ofrecen sin embargo nuevas consideraciones para el ejercicio de estas actividades, como son por ejemplo: Poder comercializar con entidades estatales. Se levanta la prohibición de procesar determinados productos como marisco, carne de res y papa. Podrá contratarse personal, no vinculado familiarmente, algo que estaba solo permitido en la agricultura. Poder alquilar inmuebles y activos del Estado o particulares. Tener acceso al crédito bancario.

 También el tratamiento a los despedidos tiene aspectos novedosos, aunque no tan positivos como los relacionados anteriormente, para aquellos que sean objeto de la desvinculación laboral: Se elimina la protección salarial indefinida. Trabajadores con   hasta 10 años de vinculo laboral recibirán solamente el salario íntegro de un mes. Aquellos con más de 10 años de servicio que no consigan emplearse en el primer mes, recibirán un 60% de su salario de forma escalonada, de acuerdo a los años de trabajo, hasta un tope de cinco meses, si el trabajador cuenta con 30 años de servicio o más.

 Para muchos se crea la interrogante ¿qué va a suceder en Cuba el próximo año, cuando se implementen estas medidas.

 Indiscutiblemente las finanzas internas se van beneficiar. El ahorro por pago de salario, sumado a los ingresos por contribuciones de los nuevos actores independientes, posiblemente creen incluso un superávit (el déficit fiscal alcanzó  en el 2009 el 5% del PIB) _2/. Ello pudiera permitir un incremento del salario de los trabajadores en activo, y así al menos mejorar el caos existente, donde una persona que limpia el piso en un hospital gana más que un médico. También puede mejorar la disciplina laboral, pues el temor a perder el empleo no va a desaparecer, recordar que la cifra de excedentes sobrepasa el millón.

 Sin embargo no resulta creíble que se produzca un incremento sustancial de la actividad privada, comparada a los niveles de 1968. El gobierno no parece muy interesado que esto suceda. A mediados de este mes de Octubre aun no se conoce oficialmente el monto de los impuestos a pagar, los cuales según la información que se ha filtrado o dejado filtrar, resultan de espanto. Actualmente los trabajadores por cuenta propia solo tributan el Impuesto de Ingresos Personales. En los documentos filtrados se destaca que, además de este impuesto, cuyo monto oscilará de acuerdo a la actividad económica, de un 10 a un 40%, se tributará por ventas y servicios, por la utilización de fuerza de trabajo, así como la contribución a la seguridad social (25%). También se informa que la actividad privada comprará sus insumos en el mercado minorista, es decir, no va a existir un mercado mayorista. Se otorgarán créditos en pesos cubanos, pero sin la existencia de un mercado, donde puedan adquirirse equipos, herramientas, e insumos, de poco pueden servir los créditos.  También se habla de la posibilidad de recibir microcréditos de España y de la Comunidad Europea, pero los mismos no irán directamente a la persona, sino que serán recogidos por un banco estatal, el cual dispondrá su distribución. Tampoco podrán importar individualmente los independientes. La posibilidad que las remesas sirvan como inversión, lo cual sería una verdadera solución frente a la descapitalización que sufre el país, es algo que no se menciona.

 Por otro lado, como bien exponen Vidal Alejandro y Pérez Villanueva _2/, la posibilidad de un incremento sustancial de trabajadores por cuenta propia, tal como sucedió en los años 90, no parece posible, porque en aquella ocasión los mismos estuvieron potenciados por las remesas y el turismo, aspectos nuevos entonces y existentes actualmente, pero dando muestras de saturación y por ello el mercado no cuenta con demanda suficiente para acoger una gran oleada de nuevos independientes. La posibilidad, de que parte de los trabajadores excedentes se inserte en empresas estatales, está circunscrita a muy pocas actividades como la agricultura, la construcción y la policía, actividades que no son atractivas a la población y que además tienen sus propios topes.  Por lo tanto se avecina a partir del próximo año un sustancial y permanente desempleo, con el cual el gobierno aparenta poder convivir. Convivir con ello es posible, pero un nuevo velo habrá caído, el mito del pleno empleo será uno menos a reforzar el propio mito de la Revolución Cubana.

 Emilio Hernández, 20.10.10