¿Una ley para emigrar?

A partir del 14 de Enero del presente año, entró en vigor el Decreto-Ley No. 302 _1/, el cual establece nuevas reglas para la salida y entrada de cubanos al país. Sobre la Ley, se han emitido diversos criterios, relacionados con sus posibles objetivos y alcance. Entre los mismos, se destacan dos, completamente divergentes. Uno, considera la reglamentación como la total liberación de los cubanos para viajar y el segundo plantea la no presencia de cambios significativos con el sólo objetivo de acrecentar los ingresos del gobierno, por medio de tramitaciones e incremento de las remesas de nuevos emigrantes. Considero ambos criterios esquemáticos y como esquema al fin, inexactos. Es por ello, que pretendo analizar ambos criterios y emitir al mismo tiempo el mío propio.

 La Ley no reconoce, en ninguno de sus preceptos, el derecho de los cubanos a viajar libremente. Es cierto que el permiso de salida del país ha sido eliminado, pero el Artículo 23  establece: “tanto por razones de interés público como de seguridad nacional, puede ser negada la adquisición o renovación del pasaporte”. Por lo apuntado, el permiso sigue vigente mediante el pasaporte. Cuatro categorías de trabajadores, que incluyen a trabajadores de nivel medio de la salud y atletas de alto rendimiento, reciben un tratamiento regulado, es decir, deben pedir un permiso para salidas temporales, aunque para salidas definitivas en estos casos, pueden obtener el permiso a lo sumo en tres años -algo es algo- La Ley permite que  menores de edad puedan viajar temporalmente al exterior, con solo la autorización de los padres. Los disidentes, que a partir de Enero han podido viajar al extranjero, no lo han hecho gracias a la nueva regulación, como algunos plantean, pues todo lo contrario se consigna en el mencionado Artículo 23, y la denegación del pasaporte a otros disidentes, es la mejor prueba de ello. La razón de esas salidas han sido decisiones gubernamentales con determinados intereses, los cuales señalaré más adelante.

No obstante las limitaciones contenidas en la Ley, resulta ahora menos engorroso el trámite del pasaporte, y a pesar del aumento del precio del mismo, los costos en total se han reducido con la eliminación del permiso de salida y carta de invitación, así como el pago mensual por cada mes transcurrido en el extranjero. Además, el tiempo de estancia permitido para estar fuera de Cuba y no perder la condición de residente, se ha ampliado de 11 a 24 meses. También, se  ha eliminado la confiscación de sus bienes a los cubanos que emigran.

Los cubanos emigrados continúan estabulados en emigrados y con permiso de residencia en el extranjero. A los efectos de obtener el pasaporte habilitado, con el cual poder viajar a Cuba, los cubanos residentes en el extranjero no pueden “organizar, estimular, realizar o participar en acciones hostiles contra los fundamentos políticos, económicos y sociales del Estado Cubano, como establece el acápite c del Artículo 24.1 _1/. Ello crea otra clasificación, por la cual,  los “cubanos respetuosos” son los que podrán viajar a la patria. Lo mismo se establece para emigrantes que desean residir nuevamente en Cuba. Para la repatriación el emigrante debe solicitar permiso  y esperar hasta 90 días para conocer el resultado. Sin embargo, esta regulación constituye también algo nuevo y beneficioso para un determinado número de cubanos. Otro cambio significativo resulta la decisión de permitir el regreso temporal de médicos, funcionarios, balseros y deportistas, que después de 1994 hayan desertado o abandonado la Isla ilegalmente, siempre que hubieran transcurrido 8 años de su salida _2/.
 
 
Sin duda, el gobierno cubano tiene profundo interés y preocupación respecto a la economía, pues el panorama de soluciones futuras se ha diluido en buena medida en los últimos tiempos. Las disposiciones para mejorar la producción, tanto en la esfera estatal como en el incipiente sector privado, no acaban de dar resultados significativos y no parece que exista voluntad política para modificar esta situación en breve plazo.  Después de tres intentos fallidos, la plataforma petrolera Scarabeo 9, fabricada en China, que inició en Enero del 2012 perforaciones petroleras en aguas profundas, fue anunciada su retirada de Cuba en el mes de Noviembre. De esa forma, quedaron reducidas las esperanzas de encontrar el oro negro en aguas profundas del litoral cubano. Otro aspecto espinoso, son las futuras ayudas del gobierno venezolano. No sólo por la continuidad del abastecimiento del petróleo, valorado en el 2010 en $2.759 millones, sino también, por los servicios profesionales que ofrece Cuba, con un valor en el mismo año de $5.432 millones, lo cual permite al gobierno cubano cubrir los gastos petroleros y equilibrar su déficit de balanza en otras mercancías _3/ . La inquietud no obedece  solamente a la muerte del Presidente Chávez, sino a la situación económica de la República Bolivariana. Con relación al año 1999, la producción petrolera se ha reducido allí en un 22 %. De una producción de 2,7 millones de barriles diarios, Venezuela cobra a precios de mercado los 900.000 que exporta al “imperio”, 300.000 sirven para cubrir la deuda con China,  el resto se destina al consumo interno, a muy bajos precios, y a la entrega a los países del caribe, con descuentos y plazos de pago muy amplios _4/. En el presente año, Venezuela devaluó su moneda en más de un 30%, la inflación alcanza un 20%, la mayor del continente americano, y el presupuesto refleja un déficit de un 14,7 % respecto al Producto Interno Bruto _5/.

 Los efectos de la situación económica de Venezuela, comienzan a reflejarse en la Isla. Cuba ha manifestado recientemente la necesidad de buscar financiamiento para el proyecto de ampliación de la refinería de Cienfuegos, valorado en seis mil millones de dólares. Este proyecto se había concebido con el financiamiento de una cifra similar, donde China debía asumir en un 85% del mismo, bajo la garantía venezolana _6/,
 
 
Razonando la situación económica cubana, puedo coincidir con el presupuesto de que la Ley procura mejoras en los ingresos del país, pero los problemas arriba planteados son de tal envergadura, que no resulta aceptable limitar la estrategia gubernamental al logro de un aumento de la emigración y con ello los ingresos por emisión del pasaporte, así como las futuras remesas de los emigrados. Los que así piensan, hablan de mareas rojas invadiendo Florida y millones de cubanos solicitando pasaporte _7/. La Ley permitirá a un número determinado de cubanos poder viajar al exterior, imposibilitados anteriormente a ello, pero hasta la emisión de la misma, se aprobada viajar al exterior a la inmensa mayoría de los ciudadanos. Según el gobierno cubano, del año 2000 al 2012 sólo el 0,6% de las solicitudes de permiso de salida fueron denegadas. En el mismo periodo, viajaron 941. 953 cubanos, de los cuales no regresaron al país 120.705 personas (12,8%). En cuanto al número de cubanos que han intentado llegar por mar a Estados Unidos, se cifran en 19.845, entre 1994 y el 2005. Es decir, un promedio de 1.900 anuales.  No existen razones lógicas para pensar en una explosión de solicitudes de pasaporte, porque la salida está limitada por las visas a conceder por los diferentes países. Esto lo saben los cubanos y el gobierno también. Lo más probable, es que las embajadas limiten la emisión de visas. Ecuador, uno de los pocos países que no la requiere, tan pronto se emitió la Ley, dispuso el requisito de una carta de invitación, y el 21 de Enero 25 cubanos, arribados al país sin el documento, fueron deportados de inmediato.

Entonces, si de objetivo económico se trata, debe ser de un mayor alcance. A mi entender, ese objetivo se entrelaza con el político. Este último tiene una faceta a corto plazo, que consiste en limpiar la imagen en el exterior, y ningún momento mejor para iniciar el lavado de imagen, cuando dos semanas después de la emisión de la Ley, el general Raúl Castro asumía la presidencia la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC). Aquí podemos inscribir también la oportunidad de viajar a algunos disidentes, comentado anteriormente. El  objetivo a largo plazo no puede ser otro, que lograr un acercamiento con los Estados Unidos. La reelección del presidente Obama y la designación por el mismo de John Kerry, como Secretario de Estado, el cual cuenta con un historial de intenciones por mejorar las relaciones con el gobierno cubano, ofrecen una gran oportunidad. El desarrollo de esta estrategia se viene preparando desde hace tiempo. Los proyectos de campos de golf, terminales de cruceros  y sobre todo la terminal de contenedores de Mariel, la cual será la más grande y moderna del caribe, persiguen al mercado norteamericano, pues ningún otro puede colmar sus ofertas. Ya en la práctica se observa un acercamiento, por medio de un incremento del vínculo económico entre ambos países. EE.UU. es el principal suministrador de alimentos, las remesas, que alcanzan volúmenes estimados de más de dos mil millones de dólares anuales, proceden en su mayoría, del país del norte y en los últimos años los turistas cubanos y norteamericanos han colaborado significativamente al crecimiento de los ingresos del turismo cubano, como puede verse en la siguiente tabla:

Arribo de turistas procedentes de EEUU del 2007 al 2012 (mercado de EEUU) _8/

 200720082009201020112012E*
EUU (Anglosajones)40,52141,90452,45563,04673,566103,112
EEUU204,178265,042334,999409,562440,284475,936
(Cubanoamericanos)
EEUU (Total)244,699306,946387,454472,608513,85579,048
*Las cifras del 2012 son una proyección calculada a partir de los datos existentes hasta septiembre del 2012. Los cálculos fueron realizados por The Havana Consulting Group a partir de los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI)

Como puede observarse, el arribo de turistas de los EE.UU. viene ampliándose en los últimos años y no solamente por los cubanos emigrados. Los espacios abiertos para las visitas a Cuba por motivos religiosos, culturales y científicos han sido bien aprovechados por los ciudadanos de origen anglosajón. Esta evolución ha sido determinante para el crecimiento del turismo en Cuba, pues los principales países del mercado europeo han disminuido su volumen, como se evidencia en la tabla a continuación:

                        Arribo de turistas a Cuba de los principales países emisores de Europa _8/

Mercados2006200720082009201020112011-2006
Inglaterra211,075208,122193,932172,318174,343175,822-35,253
Italia144,249134,289126,042118,347112,298110,432-33,817
España185,531133,149121,166129,224104,948101,631-83,9
Alemania114,292103,054100,96493,43793,13695,124-19,168
Francia103,46992,30490,73183,47880,4794,37-9,099
Total758,616670,918632,835596,804565,195577,379-181,237

Los mayores acercamientos entre los dos países, se han logrado en el plano de la emigración. Los acuerdos migratorios 1994-1995, hicieron posible que el gobierno de EE.UU. repatriara a cubanos interceptados en el mar, aunque aquellos, que lograran pisar tierra estadounidense no serían expuesto a la medida. Este procedimiento es conocido como política de pies secos-pies mojados. Adicionalmente, el gobierno de EE.UU. otorga, a partir del acuerdo, 20.000 visas anuales para emigrantes cubanos. Entonces, para facilitar un acercamiento entre los gobiernos es muy probable que el mismo se origine sobre el tema de la emigración.

Si el Decreto-Ley No. 302 amplía la posibilidad de salir del país e incluso permite el regreso parcial y hasta definitivo, de aquellos que abandonaron el país ilegalmente, ¿qué razón puede valer para mantener la política de pies secos-pies mojados? ¿Qué razón justificaría incluso mantener el compromiso de las 20.000 visas anuales?

Se dice con razón, que al otorgar el Decreto-Ley veinte y cuatro meses para salidas temporales, persigue, que los cubanos llegados al territorio estadounidense, carentes de una  visa de emigrante, reciban al año y un día la residencia, como establece la Ley de Ajuste Cubano, para luego marchar a Cuba, sin perder los derechos en la Isla. Pero esta posibilidad pone en peligro la vigencia de la referida Ley o al menos se abre la posibilidad de su reforma, como han comenzado a plantear varios congresistas cubanoamericanos. La Ley fue aprobada en 1966, para solucionar el limbo jurídico en que se encontraban los cubanos llegados a los Estados Unidos a partir de 1959 y luego ha continuado siendo utilizada para todos los cubanos que pisan suelo estadounidense. Pero la Ley sólo le confiere al fiscal general la autorización para dejar en libertad condicional a un cubano en cuestión. El texto literal de la Ley es el siguiente:

 “Cualquier extranjero, natural o ciudadano de Cuba y que haya sido investigado y admitido, o dejado en libertad condicional, en Estados Unidos después del 1º de enero de 1959 y haya permanecido físicamente al menos durante un año en Estados Unidos, puede ser regularizado por el fiscal general, a discreción suya y conforme a las regulaciones que él pueda prescribir, y pasar a ser un extranjero legalmente admitido para una residencia permanente” _9/

 Contrario al criterio de que la nueva Ley de migración cubana causará una ola de nuevos emigrados, su propensión a despolitizar la migración cubana, puede causar una disminución o limitación del volumen de emigrados, al menos, hacia los Estados Unidos, su principal destino. De suceder esto, nos enfrentaríamos a la extraña coincidencia que a esos resultados contribuyeron los gobiernos de EE.UU. y Cuba, así como del lobby anticastrista de Miami. Para el gobierno cubano, que ha criticado las facilidades, consideradas por el mismo como un estímulo a la emigración ilegal de los cubanos, sería un logro político. Sin embargo, en lo económico, sufriría la pérdida de futuras remesas. Los Estados Unidos recibiría el hecho con beneplácito, acorde a su política de controlar y limitar la inmigración en general.

 Entonces, ¿qué podría el gobierno cubano reclamar a su favor, en base a un acuerdo con los EEUU? No sería la eliminación del embargo, porque la acción escapa de las posibilidades del poder ejecutivo. Esta posibilidad existió hasta 1996, pero con la promulgación de  La ley Helms-Burton, que el presidente Bill Clinton se vio obligado a firmar, después del derribo de las avionetas civiles de Hermanos al Rescate por aviones de guerra cubanos,  esa decisión pasó al congreso. Pero además, el levantamiento del embargo por si mismo, no rendiría fruto económico sustancial a Cuba. Los escasos fondos exportables cubanos se realizan fácilmente en el mercado mundial o están comprometidos por préstamos y los Estados Unidos no necesitan médicos, ni enfermeras. Lo único que Cuba puede ofertar actualmente es turismo.

 Resultaría un contrasentido, que si a Cuba, con relación a la inmigración, se le diera el mismo tratamiento que al resto del mundo, a los ciudadanos norteamericanos se les vete viajar a  la Isla. Permitir a los norteamericanos visitar libremente la Isla, si puede ser autorizado por el gobierno de EE.UU. Ello significaría para Cuba quintuplicar en pocos años el arribo de turistas, lo cual representaría unos ingresos superiores a los hoy logrados por el país por sus exportaciones de servicios médicos, el mayor renglón de exportación en la actualidad. Pero, no solamente representaría un incremento en los ingresos; ello generaría un aluvión de inversiones de capital foráneo, pues una avalancha de visitantes de esa magnitud requiere con rapidez inversiones para el alojamiento, entretenimiento y sustento de los turistas. Al mismo tiempo tendrían que aliviarse los términos de pago de las importaciones cubanas, las cuales sin dudas crecerían, se facilitarían las transportaciones marítimas y aéreas y sobre todo, Cuba cobraría importancia económica para Estados Unidos, algo que influiría en el ulterior mejoramiento de las relaciones entre ambos países.

 En resumen, el libre flujo del turismo americano dotaría al gobierno de Cuba de una  estabilidad económica, actualmente no existente y proporcionaría un relajamiento de las tensiones con el país, que alberga la mayor parte de los cubanos en el exterior y de mayores perspectivas de comercio e inversiones.

 Las ideas expresadas hasta aquí, con relación a los objetivos del Decreto Ley No. 302, no dejan de ser otra cosa que especulaciones, porque resulta imposible prever las intenciones de un régimen tan opaco como el cubano. Es el tiempo, quien sacará a la luz estos objetivos, un tiempo, al parecer, bastante breve.

 Emilio Hernández, Bonn 23.03.13

 Fuentes:

 _1/ http://www.granma.cu/LEY-DE-MIGRACION.pdf
_2/ http://tiempo.infonews.com/2012/10/26/mundo-89260-los-balseros-podran-volver-a-cuba.php
_3/Mesa Lago, Carmelo “El posible impacto de la muerte de Chávez en la economía cubana”
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/el-posible-impacto-de-la-muerte-de-chavez-
     en-la-economia-   cubana-283444
_4/Krauze, Enrique “Un posible despertar de Venezuela”
   
http://diariodecaracas.com/blog/enrique-krauze/posible-despertar-venezuela
_5/ Espinosa Chepe, Oscar “Venezuela, Cuba y los costos del populismo y la demagogia”
      http://www.cubanet.org/articulos/venezuela-cuba-y-los-costos-del-populismo-y-la-demagogia/
 
_6/ Arencibia, Antonio “CUENTOS CHINOS (Y CRIOLLOS) EN EL CARIBE”
http://www.cubanalisis.com/ART%C3%8DCULOS/ARENCIBIA%20-
    %20CUENTOS%20CHINOS%20Y%20CRIOLLOS%20EN%20EL%20CARIBE.htm
_7/ Morales, Emilio “Reforma migratoria: Pensando en el dinero que vendrá”
http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/economia-y-negocios/2281-reforma-migratoria-pensando-en-el-
     dinero-que-vendra

_8/ Morales, Emilio “EEUU se consolida como segundo emisor de turistas a Cuba”
http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/economia-y-negocios/2509-eeuu-se-consolida-como-segundo-
      emisor-de-turistas-a-cuba?iframe=true&width=90%&height=90%
_9/ Henken, Ted “Balseros, boteros y el Bombo”, Encuentro de La Cultura Cubana 36 (2005) 142-161