Dos islas en el mes de julio


El nueve de julio del presente año se expandió en el mundo el nombre de Sri Lanka. El motivo, una rebelión popular que tomó el palacio de gobierno y obligó a su presidente a exiliarse. La isla, denominada oficialmente República. Democrática Socialista de Sri Lanka, obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1948. Durante la colonia se conocía como Ceilán.
La rebelión tuvo un origen económico. El país sufrió a partir del 2020 una baja en su primera fuente de ingresos, el turismo, a causa del covid. Pero a esta afectación económica le agregó su presidente Gotabaya Rajapaksa en mayo del 2021 la decisión de convertir la producción agrícola en totalmente orgánica y hacerlo de inmediato, sin otro plan que su voluntad. Así, el país suprimió la compra de fertilizantes químicos, altamente subvencionados por el Estado, pero imprescindibles en la agricultura. Por no contar el país con una masa ganadera suficiente, le resulta imposible sustituir los fertilizantes químicos por orgánicos. Con ello, el país que se autoabastecía de arroz, su principal fuente de alimento, redujo su producción en un 40%. Los vegetales también disminuyeron su oferta en el mercado. El té, uno de los renglones exportables, sufrió una reducción de un 20% en febrero del 2021 en comparación con igual mes del año anterior. La isla se encuentra en su peor crisis económica desde su independencia en 1948. Recién, Sri Lanka cayó en default tras incumplir compromisos de pago por su deuda externa. En el 2020, la deuda pública representaba el 101,24% del Producto Interno Bruto (PIB). Sus limitaciones de importación no le han permitido la compra suficiente de combustible. Esto ha afectado el transporte y la generación de electricidad. Dado las restricciones en el transporte, el gobierno decretó la obligación de efectuar todo trabajo de oficina en home office. Las escuelas tuvieron que cerrarse y fueron cancelados procedimientos médicos en muchos hospitales. Pero la medida que causó mayor irritación consistió en la prohibición de la venta de combustible al público.
También en julio, en otra isla, la de Cuba, sucedieron acciones de rebeldía popular, con las que pueden establecerse un paralelismo y al mismo tiempo diferencias. Sucedió en los días 11 y 12 de julio del 2021, cuando en cincuenta pueblos y ciudades, espontáneamente salieron a la calle miles de manifestantes reclamando libertad. Las manifestaciones fueron reprimidas, incluyendo un joven muerto de un tiro por la espalda, ejecutado por un policía. Posteriormente, fueron apresados en sus viviendas los manifestantes, así como otros conocidos disidentes y condenados a largos años de prisión. En este sentido, el efecto de la rebeldía no tuvo el feliz término de Sri Lanka, pero sentó un único precedente en la historia de Cuba de rebeldía popular.
Sri Lanka es un país pobre, más pobre que Cuba. Su PIB percápita en el 2021 fue de 3.815 Dólares y el de Cuba 9.477. Su población supera los 22 millones de habitantes con una alta densidad poblacional que alcanza 338 habitantes por Kms2 Cuba tiene 103 habitantes por Kms2 Pero la pobreza no es lo que origina las revueltas, porque de ser así, medio mundo estaría en revolución. Lo que obliga a los pueblos a salir a la calle y arriesgarlo todo, es el abrupto incremento de la pobreza, la caída significativa del nivel de vida. Si a eso se suma que decisiones gubernamentales hayan originado parte de ese deterioro económico, entonces está servida la mesa para las protestas. Ello sucedió en ambos países. En el caso de Cuba fueron las medidas del llamado “ordenamiento” que causaron la mayor inflación registrada en el mundo en el 2021 y la prohibición de depositar dólares en los bancos, lo cual deterioró el valor de cambio del Peso cubano frente a esta moneda.
Ahora, las diferencias; Mientras Sri Lanka mantiene un sistema de corte socialista y subvencionista, pero permite la existencia de partidos políticos de oposición, que tienen sus representantes en el congreso, en Cuba rige un sistema totalitario, que lo domina todo, la economía, la enseñanza, los medios de información, el poder judicial. Quienes pretendan oponerse a ese sistema ponen en riesgo la seguridad de su familia, su sustento y todo su entorno. En síntesis, el Estado puede actuar contra sus ciudadanos con la total impunidad. Por otro lado, los cubanos tienen la oportunidad de apartarse del Sistema, abandonando el país. Ello, con la complacencia del gobierno cubano y con la colaboración de países afines, como es el caso de Nicaragua. Ello ha provocado una emigración que rebasa todas las crisis migratorias anteriores. Esa posibilidad no la tienen los ciudadanos de Sri Lanka porque su entorno geográfico deja mucho que desear. La desesperación, no encontrar otro camino, es lo que ha conllevado al éxito de su rebelión popular en Sri Lanka.

Emilio Hernández

Deuda Pública de Sri Lanka 2020 | datosmacro.com (expansion.com)